INFORME MISIONERO SOBRE LA PARROQUIA DE «SANTA CRUZ» – LA MOSKITIA / HONDURAS- (P. SAMUEL FINLEY FOSTER CM.)

P. SAMUEL FINLEY FOSTER -  MIRADOR DE MONTJUÏC - BARCELONA
P. SAMUEL FINLEY FOSTER – MIRADOR DE MONTJUÏC – BARCELONA

“El P. Samuel Finley Foster, CM., ha tenido la amabilidad de remitirnos este interesante informe sobre la parroquia de Santa Cruz. Es muy didáctico y plasma la realidad de su entorno. Este  documento lo redactó en París, en el curso del CIF, sobre la herencia Vicentina y la misión de los Paúles en Honduras. Concretamente, en la Moskitia, entre los pueblos indígenas nativos, ahora ya cristianizados. En este trabajo refleja su gran amor por su tierra (Honduras) y su gran vocación misionera. Es un informe que merece ser leído unas cuantas veces… y con detención. Refleja o se intuye muchas más cosas de las que escribe. Pero la que más: su amor a su pueblo y a la causa de S. Vicente.  Y como el mismo P. Samuel dice: 

Y aunque los medios y los periodistas dicen que Honduras es el país más violento del mundo, es mi tierra y amo este país, no todo es malo, tambien hay gente buena y honrada, no todo es negativo, tenemos cosas muy bellas en Honduras. 

Y a destacar sus últimas palabras: Que San Vicente de Paúl nos ayude a ser fieles a lo que él nos enseñó: «si queremos morir como Cristo, hemos de vivir como Cristo».

                                             Jesús  González  Capel

 

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La Misión de la Moskitia Hondureña está ubicada en la zona Noreste de Honduras, que tiene sus límites fronterizo con el vecino país de Nicaragua.

Los Misioneros Paúles de la Provincia de Barcelona llegaron a Nuestro país, a la Costa Norte, en el año 1910 y, hasta  la fecha, continúan trabajando sin cansarse en esta región.  A su llegada, la santa Sede les recomendó cuidar pastoralmente desde la frontera de Guatemala hasta Nicaragua.

De todos estos años, unos 70,  los llevan estando en la Moskitia,  en estas zonas selváticas e inhóspitas en aquel tiempo, como las llamaban los misioneros que se internaban en la zona a Evangelizar a estas poblaciones indígenas y descristianizadas… Comenzaron por catequizarlos y bautizarles, ya hace muchos años antes de los hijos de San Vicente. Antes había pasado un misionero español -Manuel de Jesús Subirana-, quien bautizó a muchas poblaciones indígenas  y a los  grupos que habían contactado con los Europeos Conquistadores en los años de 1502, como los Pech, Tolupanes, lencas, Chortíes, Matagalpas, Chorotegas y otros pequeños poblados en la región montañosa.

 Los misioneros Vicentinos llegaron, se establecieron y quedaron a vivir en la Región en el año 1927. Posteriormente llegaron Los Norteamericanos de la Iglesia Evangélica Morava, que fundó  el Rev. Juan  Jus en Moravia (Eslovaquia) y fundaron en 1930, junto a la Nueva fe, una clínica médica privada, pero para los asociados a su grupo. Éstos reciben trato preferencial.

La conquista Española no logró contactar con los poblados de una amplia región que lo habitaban, pueblos autóctonos que, según su historia, provenían en siglos pasados de los grupos macro-chibchas de Colombia. Estos grupos son: Los Ulúas, Panamakas, Tawahkas, Miskitos, Ramas, Táwiras, Rah y otros que ya han desaparecido en la región entre Honduras y Nicaragua, por diversas razones de guerras y luchas entre los grupos existentes. Sobreviven los más fuertes y los que pudieron conquistar más tierras y dominar a los demás que eran débiles.

Algunos grupos como los Rah y los chilmecas han desaparecido; sólo quedan vestigios donde ellos vivieron. Los museos e instituciones de investigación de Honduras, poco interés han mostrado para recopilar mayor información de estos grupos ya que no lo ven necesario. Nosotros estamos comprando varias piezas, de mucho valor histórico, elaboradas en piedra, arcilla, jade, oro y otros materiales, etc. y reservando para releer, en el futuro, la historia de estos pueblos, ya desaparecidos,  que nunca fueron cristianizados.

La fe cristiana en la región es casi reciente. La comunidad más antigua  en la fe es Barra Patuca que, actualmente, cuenta con casi unos 7,000 habitantes. Santa Cruz es parroquia desde 1927.

 La parroquia San José de Puerto Lempira era visitada, desde el vecino país de Nicaragua, por los padres capuchinos y los Hijos de san Francisco de Asís. Desde  1976 comienza a funcionar como parroquia con el Padre Donald Richardson ofmcap.  Posteriormente llegaron los padres Juan Samsa, Rafael Fellenz y, en el tiempo de la guerra de los Miskitos Nicaraguenses, con los sandinistas, llegó el P. Hugo Heizeng. Hoy estas dos parroquias son atendidas por los padres Vicentinos. Tienen  apenas 5 sacerdotes, 6 Hijas de la Caridad y 2 laicas de MISEVI -de España-. Pero gracias a la labor que muchos delegados y catequistas realizan, de forma desinteresada y abnegada al lado de los sacerdotes, el trabajo de Evangelización se puede llevar a cabo con mucha facilidad en casi todas las comunidades de poblados pequeños y grandes que existen en nuestra querida Moskitia.

Los Frailes Franciscanos capuchinos Norteamericanos y algunos Españoles se internaron en la zona, algunos de ellos perecieron al primer contacto con la población por diversas situaciones, pero esto no impidió que también los Hijos de san Vicente de Paúl hoy sigan, sin cansarse, anunciando a Cristo y socorriendo a los pobres. Las parroquias San Vicente de Paúl  -de san Pedro Sula- y la Medalla Milagrosa -de Tegucigalpa- son la plataforma para apoyar la Misión y socorrer a los nativos en tiempos de calamidades y desastres naturales, que son muy frecuente en la zona.

Muchos ya conocen todas las obras de OSOVI (Obras Sociales Vicentinas) y todos los proyectos sociales, en la zona urbana, y los proyectos con los campesinos de el Merendón etc, además de  los proyectos educativos y asuntos de salud que llevamos los Vicentinos… Además de contar con el apoyo de algunos grupos de las ramas de la familia vicentina de Honduras.

La Provincia de Barcelona se ha hecho cargo de la Misión de la Moskitia-Hondureña. Esto es interprovincial, que es una rica y amplia experiencia: todos aprendemos de los demás siempre algo bueno y todos aportamos, con nuestras capacidades, el apoyo mutuo. Los encuentros fraternos son muy importantes; los paseos comunitarios y los retiros comunes nos ayudan a vivir siempre contentos e ilusionados por un futuro siempre soñador.

San Vicente dice que «el amor es creativo e inventivo hasta el infinito». Esto nos lleva a nosotros a «buscar» siempre, ya que contamos con pocos recursos y reducido personal. Nuestro compromiso implica y nos obliga a responder a las necesidades de las personas que viven en la región.

Ahora les comparto las actividades que realizamos en la Diócesis, Vicaría de la Moskitia y parroquia Santa Cruz.

Tenemos un Plan Diocesano de Pastoral, en la que se piensa alcanzar algunas metas propuestas: reuniones de trabajo, asuntos económicos, pastoral social, pastoral juvenil y vocacional etc.

A nivel de Vicaría, tenemos un plan de pastoral de la Vicaría que durará hasta el año 2019. Está en relación con el plan diocesano, programando actividades, proyectos, con sus metas y objetivos que queremos alcanzar en estos años en toda la Vicaría de la Moskitia Hondureña  y Moskitia Nicaraguense. El principal trabajo o proyecto se centra en algunos asuntos de traducción de las lenguas nativas vivas aún hoy día: Miskito, Tawahka, Pech, y Rama.

Entre el pueblo indígena, se respira una fuerte aceptación y veneración por la Sagrada Escritura, respeto por sus líderes civiles y religiosos, conocidos o mejor llamados como los Pasin, Napakan y Smasmalkra.

Desde hace más de 40 años, la Biblia se tradujo a lengua nativa, para sus mejor comprensión en las comunidades. Hoy seguimos traduciendo y adaptando muchos libros  y textos eclesiásticos que sirven para la formación de los líderes laicos nativos.

Los talleres de formación se realizan todos los años; al menos en la parroquia Santa Cruz se realizan más de 10 talleres de formación para los agentes de formación Bíblica, litúrgica, catequética, pedagógica, psicológica, Historia de la Iglesia y formación humana.

Estamos trabajando con los jóvenes en los cuatro sectores. La catequesis infantil, unos 3,000 en toda la parroquia, supone un problema añadido ya que no contamos con suficientes  espacios y los gastos en material didácticos de los libros de catequesis son muy costosos… Pero, no obstante, seguimos haciendo el esfuerzo entre todos, buscando siempre ayudas para pagar las impresiones en  editoras.

Las adquisiciones de la Biblia son muy costosas, ya que son editadas en Japón-Corea del sur. La edición de los cancioneros es más cómoda y menos costosa puesto que nosotros la editamos en la parroquia y las impresiones se realizan en el país.

La presencia de los Misioneros, las Hijas de la Caridad, MISEVI y la Asociación de la Medalla Milagrosa, en la zona, es importantísima ya que eso comporta también acompañar a los pueblos en sus luchas por lograr sus sueños de defensa de la tierra, que hoy es un tema muy caliente entre los pueblos indígenas de la Moskitia Hondureña, ya que en el pasado los gobernantes de la nación han firmado acuerdos de vender y entregar concesiones, autorizando construir proyectos de hidroeléctrica, explotación de madera de color, explotación minera a cielo abierto, explotación petrolera existente en la región…

Nuestra presencia y acompañamiento a las Comunidades es constante. Esto implica participar en reuniones con políticos, líderes locales y militares  para dialogar sobre el tema. Es un asunto muy caliente actualmente, por la última concesión que realizó el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, quien concedió a Inglaterra 35,000 km. de costa marítima y, posteriormente en tierra firme, para explotación de Petróleo.

Ya se están realizando los trabajos en la zona. Esto nos preocupa a los que vivimos en esa área. Sólo de la etnia Miskita somos más de 100 mil habitantes hablantes en Honduras, sin contar las etnias Tawahkas y Pech.

Los eventos folklóricos, fiestas y celebraciones religiosas como las conferencias, aidrubanka, arbis, kiaptinpata, sihkru y otros, son muy preparados y se realizan con mucha emoción. Muchos pueblos participan para cantar sus cantos de composición inéditas y música propia en lengua nativa. En estas conferencias se aprovecha para estudiar un tema bíblico, cultural o de la realidad y para compartir, con todos los hermanos presentes en dicha conferencia, que dura desde el jueves noche hasta el lunes en que  cada pueblo  regresa a sus comunidades.

En este sentido, es un éxito  que se ha logrado. Para los misioneros es a veces un poco difícil, por la dificultad de la  lengua, pero se aprende con facilidad, con un poco de estudio y práctica con las personas.

La vida comunitaria lo realizamos los dos misioneros (P. Víctor Meléndez y P. Samuel Finley) más un joven,  Junior Martínez, que está realizando su etapa de acogida, un año previo para  entrar en el Seminario, y con las misioneras de MISEVI y las Hijas de la Caridad que son nuestros vecinos. Todos los días oramos juntos, en la Iglesia, los laudes y compartimos los trabajos como equipo.

No se puede decidir las cosas de forma individual, siempre se consulta a los demás del equipo para ser analizado y esto ha costado un poco. La dificultad para que nos lleguen las cosas desde la ciudad hasta nosotros, vía marítima, es muy costosa.

En ciertas partes de la región existe medios de comunicación (Teléfono celular, internet etc). Esto nos ayuda mucho, pero para salir de la zona vía marítima, terrestre, por la costa o por avioneta es muchas veces muy arriesgado, por la presencia del narcotráfico que pasa por la zona hacia el Norte.

Nuestro consejo es ser prudentes en estos asuntos: ver, escuchar y callar, si queremos seguir ayudando  a las personas pobres.

El territorio es amplio y extenso y el equipo misionero muy reducido. Por eso el desgaste físico,  y a veces la escasez, afecta un poco. Eso implica que aquel que quiera ser misionero en la región de la Moskitia debe estar abierto, siempre, a novedades del momento y mezclarse entre la gente, aprendiendo su lengua nativa, para poder así comunicarse con los nativos y ganarse el corazón de las personas.

Esto es lo que humildemente puedo decir…

Que San Vicente de Paúl nos ayude a ser fieles a lo que él nos enseñó: «si queremos morir como Cristo, hemos de vivir como Cristo». 

Samuel Finley cm.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Un comentario sobre “INFORME MISIONERO SOBRE LA PARROQUIA DE «SANTA CRUZ» – LA MOSKITIA / HONDURAS- (P. SAMUEL FINLEY FOSTER CM.)”

  1. P. SAMUEL FINLEY:
    JUAN MARTORELL, GUILLERMO FONT, ANTONIO FERRER, RAFAEL SABATER, BARTOLOMÉ RIGO, GUILLERMO PONS, ANTONIO MULET, JUAN BARCELÓ, DAMIÁN GARÍ, ANTONIO GOMILA Y JESÚS GONZÁLEZ, EXALUMNOS, LE SALUDAN Y LE DAN LA ENHORABUENA POR ESTE GRAN ARTÍCULO.

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